El martes pasado realicé mi segundo "brainstorming" del curso. La verdad es que a la desilusión del primero se añadió una gran sensación de confusión, sin saber por qué camino tirar. No obstante, al salir del taller quise no pensarlo y decidí simplemente relajar la mente, que ésta se quedara con lo fundamental del ejercicio, ya que no lo tenía del todo claro.
El momento duro llegó cuando esta mañana, temprano, me dispuse delante de un papel en blanco para extraer las conclusiones del "brainstorming" y decidir así una mecánica de trabajo. El problema vino cuando poco a poco mis ojos se empezaron a llenar de lágrimas. Estallé!
Me encuentro sin fuerzas para continuar con esto. Necesito tiempo para reflexionar y coger fuerzas para volverlo a intentar. ¿Cuánto tiempo? No lo sé, pero es demasiado pronto para desilusionarme con un proyecto que requiere tanto sacrificio físico y psicológico. Si estoy así ahora... ¿cómo estaré cuando me esté acercando al final?
No sé si este será mi última entrada o continuaré más adelante. Eso sí, sólo lo haré cuando realmente crea en la mecánica de trabajo propuesta y me encuentre feliz de hacerlo, como estaba hace tres semanas. Cuando me encuentre convencido de que saldrá adelante.
Me despido con la sensación de que no supe o no pude profundizar en un proyecto, pero que lo intenté por todos los medios.
Adios y GRACIAS
No negaré que después de 10 horas intensivas de "brainstorming" he llegado a casa con alguna idea positiva, que ya es mucho. Tampoco negaré que ha sido hasta divertido, mucho en determinados momentos. Sin embargo, la sensación que tengo ahora mismo es de mucha desilusión.
Desilusión no por el hecho de replantearme ideas que ya me había planteado o por parecer que retrocedo en el proyecto. Desilusión por un método de trabajo donde no hay lugar a lo casual, a ese factor que tan importante veo como es el azar. Todo debe estar justificado y el proyecto se justifica desde las primeras voluntades, que poco a poco van dando forma al proyecto. El problema es que es complicado traducir cada paso inicial (a cada cual más caótico) a un paso cada vez más cercano a la arquitectura.
En mi opinión, a veces te saltas varios pasos en ideas absurdas. Vas y vienes; tomas ideas que crees espectaculares pero luego ves malas y viceversa: retomas ideas que creías erróneas para convertirlas en la base de tu idea de proyecto. Un proceso de pura contradicción y casualidad con el que me siento más identificado y sobre todo más cómodo, mucho más. Hay poco espacio para la justificación de las ideas. Al final le proyecto sale de pensar en cualquier momento y en cualquier lugar.
En fin, escribo estas líneas un poco tarde, con sueño y muy cansado, pero he querido hacer el esfuerzo de plasmar mi pensamiento el día que realmente empezó la dinámica de trabajo PFC con un "brainstorming". Lo anterior a todo ello fue pura especulación de ideas. Aunque... escribo con la esperanza de que esta desilusión se convierta en un nuevo aliciente para continuar con el proyecto cuando me levante mañana y me tenga que poner a trabajar.
Al principio todo lo que a uno se le ocurre le parece que no tiene mucha "chicha". Hay que seguir pensando en "la idea". Esa "idea" que piensas te resolverá el proyecto de un plumazo. Como si fuera tan fácil.
Te documentas en libros, revistas, ojeas concursos parecidos, incluso algunos los estudias y los dibujas. Y llega el momento en el que lo crees tener. Mantienes un diálogo contigo mismo y te dices:
- Sí, esto me emociona. Yo quiero hacer esto. He encontrado la "idea".
- Pero... ¿y por dónde empiezo? ¿Hago los primeros planos?
- No, primero, haré una maqueta.
Y es entonces cuando a base de cortar cartón mientras reflexionas sobre los edificios colindantes, sobre esa idea que crees haber encontrado, surgen nuevas ideas. Y casi todas las nuevas son infinitamente mejores que la primera, la que te impulsó a hacer la maqueta.
Incluso cosas que dabas por sentadas desde el comienzo ahora las pones en duda e incluso piensas de forma contraria. Eso me está pasando por ejemplo con el palacio (foto superior). Desde el comienzo pensé que no tenía ningún atractivo y que lo mejor sería hacer "tábula rasa". En cambio ahora me parece precioso y creo que lo mantendré. A lo mejor mañana pienso que lo mejor es demolerlo, ¿quién sabe?
En fin, días de caos, de contradicción, de pausa y mucha reflexión. Días preciosos.
Después de dos semanas de cierto desconcierto por el tema de proyecto (nunca había oído hablar de un banco de tiempo), he entrado en faena. Pero esta vez he notado algo distinto. Quizá influido por el hecho de que doy clases en la universidad y veo el exceso de preocupación que tienen los alumnos por rellenar expediente, esta vez he entrado de lleno en el fin de carrera.
Uno ya va conociendo cuáles son sus virtudes y sus defectos, o mejor dicho, en qué campos se siente uno cómodo. Y lo cierto es que para mí los comienzos de un proyecto son complicados. Por ello he decidido tomármelo muy en serio para poder llegar a la fase donde sí me siento cómodo (el desarrollo del proyecto) lo antes posible.
En la foto se puede ver el desastre que está siendo el estudio durante estos días de maqueta. Revistas por todos sitios, cartón, curters, reglas y por supuesto... café. Por cierto, la maqueta todavía no está terminada, pero sí he de decir que de momento estoy bastante contento con los resultados. Cuando la termine colgaré alguna foto mas detallada.
En realidad quería haber hablado sobre el efecto que ha tenido la maqueta en el proceso de ideación del proyecto, pero eso lo dejo para una nueva entrada.
