miércoles, 17 de noviembre de 2010

VUELVE LA ILUSIÓN


Una vez me dijo un buen profesor que tuve en tercero de carrera que de repente notas un "chip" en tu cerebro que te hace comprender la arquitectura de manera diferente. Decía, que es entonces cuando realmente pasas a ser arquitecto. A algunos, ese cambio les sucede pronto y a otros nunca, a pesar de que tengan el título. 


Pues bien, durante muchos años me preguntaba si esa "metamorfosis repentina" se me había producido sin yo darme cuenta, bien por despiste o falta de perspectiva. Todavía no tengo respuesta a esa pregunta, pero lo que sí puedo decir es que durante las últimas dos semanas, he experimentado una evolución maravillosa. Es como si hubiese encontrado la pieza del puzzle que me faltaba para comenzar a hacerlo, que no para terminarlo. "Ya sé que tengo todas las piezas, ahora "sólo" falta encajarlas".


Y gracias a todo ello, he vuelto a recuperar la ilusión o ¡qué narices! ahora tengo una ilusión que nunca antes había tenido. Esto no quiere decir que todo vaya a ser un camino de rosas, ni si quiera significa que el final sea feliz. Pero de lo que no tengo duda es de que así, el camino resulta mucho más agradable.


Son días muy intensos, cansados sobre todo psicológicamente (¡¡¡no estoy acostumbrado a pensar tanto!!!), caóticos, sin saber qué camino tomar. Son esos días en los que te sientes la persona más afortunada del mundo no sólo por el proyecto sino por todo lo que te rodea. Y piensas... ¿se puede ser más feliz? Yo creo que no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario