miércoles, 11 de mayo de 2011

NO TODO IBA A SER UN CAMINO DE ROSAS


Desde la última entrada se ha producido un cambio sustancial en el desarrollo del proyecto. Aquella jornada de reflexión fue muy positiva: cogí muchas fuerzas, continúe trabajando y recuperé el ritmo que he llevado durante todo este tiempo, con el que me siento muy cómodo.


El cambio se produjo con la insinuación por parte de María José de la posibilidad de que entregara en junio. A partir de ahí he entrado en una dinámica muy peligrosa. He trabajado muy duro en las últimas dos semanas y media, me he desgastado. Ya no trabajo disfrutando como lo hacía antes, ahora siento que estoy trabajando de verdad, por primera vez desde noviembre, el PFC se ha convertido en una obligación.


Si hacemos balance, es cierto que en las dos últimas semanas he avanzado más que nunca, pero el precio ha sido muy caro. No he disfrutado y mi cabeza ha estado invadida por el proyecto. En momentos me he sentido desconocido, como si hubiese perdido la cabeza casi como lo haría un adolescente por su primera novia.




Todo ello me hace pensar en recuperar el ritmo anterior ya que no compensa el volumen de trabajo y obsesión con el hecho de ahorrarme un par de meses. Yo, por lo menos, no he conseguido no obsesionarme con una entrega prematura.
Así que lo que haré a partir de ahora será pensar que no entregaré en junio, ni si quiera en septiembre, no entregaré nunca.  La entrega será atemporal. 


Si me preguntan diré que no sé cuando entregaré, quizá en un mes, en dos, un año... pero podré decir que estoy disfrutando con el PFC y que éste no ocupa el 80% de mi cabeza. 



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